miércoles, 16 de agosto de 2017

La fitoterapia está formada por dos vocablos del griego Phytos (planta) y therapeia (tratamiento). Se define como la utilización de los productos de origen vegetal con finalidad terapéutica, para prevenir, aliviar o curar un estado patológico o enfermedades.

La práctica de la fitoterapia es tan antigua como la humanidad y es la medicina más antigua y probada del mundo. De forma obligada los individuos y sociedades prehistóricas mantenían un fuerte contacto con el entorno donde habitaban. Probablemente no existe una fitoterapia única, pues las distintas culturas fundamentales han fundado diferentes saberes en esta materia como la; medicina china, medicina india, medicina greco-romana, medicina árabe, medicina egipcia, etc.

Galeno medico de emperadores romanos, fue quien empezó a sentar las bases de la fitoterapia moderna, sentando las bases de la medicina conocida como Galenica. Comenzando ha prescribir plantas medicinales a los enfermos que le llegaban a su consulta y realizando estudios de las propiedades de distintas plantas, llegando a realizar concentrados de principios activos de las plantas que prescribía.

En la actualidad existe una base científica que apoya la eficacia de muchos productos fitoterápicos para determinadas indicaciones. En los últimos años el consumo de plantas medicinales ha ido en aumento en todo el mundo y es frecuente su empleo en combinación con medicamentos prescritos por los médicos.

La OMS ha elaborado diversos documentos técnicos acerca de plantas medicinales con pautas de conservación, investigación y valoración de seguridad y eficacia (WPRO 1993), control de calidad (1992), selección de plantas medicinales esenciales (EMRO 1995), pautas de recomendación (1991) y 28 monografías publicadas en 1996 y 32 más de reciente publicación.

La eficacia de estos compuestos se consigue sólo con el uso adecuado de los preparados fitoterápicos, tanto en lo que se refiere a las indicaciones como a la forma de administración. Como cualquier medicamento, las plantas pueden provocar reacciones adversas, intoxicación por sobredosis o interacciones perniciosas con otras sustancias. Se han descrito interacciones de relevancia clínica entre plantas y medicamentos, por lo que resulta recomendable comunicar al médico el consumo de preparados naturales.

La farmacología moderna ha utilizado de la fitoterapia muchos principios activos que actualmente son plenamente utilizados en el tratamiento de las enfermedades. Muchas plantas medicinales con determinados efectos terapéuticos fueron estudiadas en su momento por la industria química y farmacéutica con objeto de identificar los principios activos que pudieran ser útiles, extraídos y aislados para su uso reglado en fármacos. Muchísimos de los fármacos tienen principios activos de determinadas plantas, como:

·         El Sauce Blanco, su corteza contiene salicina, el principio activo del ácido acetilsalicílico.
·         Digitalis purpúrea, de la que se extraen un sinfín de sustancias de efecto cardiotónico y antiarrítmico: digoxina, digitoxina.
·          Belladona, de la que se extraen sustancias de efectos sobre el sistema nervioso autónomo, como la atropina


Algunas propiedades terapéuticas utilizadas en la fitoterapia moderna y de las plantas más conocidas desde nuestras abuelas que ya nos recomendaban desde nuestra infancia, tendríamos:
·             Manzanilla entre sus diversos beneficios se pueden considerar el alivio del dolor de cabeza, calambres y migrañas, así como propiedades relajantes.
·             Cola de Caballo predomina su efecto diurético. Pero además lo podemos utilizar para afecciones renales y vesicales, arenilla y cálculos. Edemas, diarrea o como hemostático. Ayuda a la mineralización y mantenimiento del tejido conjuntivo (colágeno, elasticidad de los tejidos).
·             Alcachofa se conoce por sus propiedades depurativas y digestivas. Favorece los procesos digestivos y es ligeramente laxante. Ejerce un importante efecto protector del hígado.

Las formas tradicionales de la preparación y extraer los principios activos de las plantas medicinales desde la antigüedad. Se clasifican en 4 grupos generales, de acuerdo a la porción de la planta utilizada:
·             Infusión: Se aplica a las partes blandas de la planta (hojas, flores).
·             Decocción: Se aplica a las partes duras de la planta (raíces, corteza).
·             Maceración: Se aplica tanto a las partes duras como a las partes blandas.
·           Cataplasmas: Se aplica tanto a las partes duras como a las partes blandas. La preparación; debes hervir la cantidad de hierba fresca necesaria para cubrir la zona a tratar, con el doble porcentaje de agua. Déjala que hierva unos minutos a fuego lento, cuando esté lista, escúrrela y colócala en un mortero donde la vayas a machacar. Cuando esté bien triturado se formara una pasta que utilizarás en tu cataplasma.



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